Como he estado viendo todas las noticias y los medios que rodean la horrible y trágica muerte de George Floyd, el corazón de mi madre no puede evitar pensar en la pérdida de vidas sin sentido. Cuán desechable se ha convertido la vida y cómo se supone que es la vida.

Nueve minutos. Eso es todo lo que se necesitó para terminar con la vida de un hombre inocente esta semana. Nueve minutos es todo lo que se necesita para terminar con la vida de un bebé en un aborto por aspiración.

Me molesta cómo tantos pueden reconocer la importancia y la justicia para defender la vida de un hombre, pero estas mismas personas no defienden la vida de los no nacidos que tampoco pueden hablar, que también están siendo sofocados y que también No puede luchar para defenderse de alguien más poderoso. ¿Dónde están los derechos humanos para ellos?

Necesitamos seguir luchando por los que no pueden hablar. Para los que no pueden defenderse. Para los que no tienen voz, especialmente en el útero donde nadie puede escucharlos llorar "No puedo respirar" mientras alguien más poderoso está aspirando, terminando sus vidas y cortando su pequeño e inocente cuerpo.

Como madre que valora la vida, sé que todas las madres deben rezar contra la violencia.

Sé que la respuesta es que enseñamos a nuestros hijos a amar a Dios y a los demás, a defender a los débiles y a luchar contra la injusticia, pero esto tiene que comenzar desde el útero. 

- Mayra Rodríguez